Camavinga puede jugar donde quiera
El Real Madrid puede presumir de tener en su plantilla a algunos de los mejores jugadores jóvenes del fútbol mundial. Camavinga es sin duda uno de ellos. En menos de dos temporadas se ha convertido en una pieza importante para el equipo de Ancelotti. Lejos quedan ya aquellos tiempos en los que se decía que el francés tenía que aprender a medir sus acciones en el campo, que jugaba pasado de revoluciones y que aportaba más saliendo desde el banquillo.
La realidad es que Camavinga deja muy buenas actuaciones tanto cuando es titular como cuando entra en la segunda parte. Con balón tiene una gran técnica y criterio para la creación de juego. Sin balón sabe posicionarse y es un espectáculo verle defender y recuperar balones. El pasado miércoles fue un muro ante un desesperado Raphina que ya no sabía qué hacer para intentar regatear al francés.
Dentro de todas las virtudes que está demostrando Camavinga, hay que destacar una de las más importantes y que ya está explotando Ancelotti. El '12' del Real Madrid se puede adaptar prácticamente a cualquier posición. Siendo centrocampista, el debate inicial se centraba en si su posición ideal era la de pivote o era mejor jugando un poco más adelantado. Y lo cierto es que siempre ofrece un gran rendimiento jugando en el centro del campo. Pero las necesidades del conjunto blanco han hecho descubrir a un lateral izquierdo muy válido. Que en uno de los partidos más importantes del año, como fue el del pasado miércoles ante el FC Barcelona, le tocó bailar con el jugador más hábil y desequilibrarte del conjunto cule. Cualquiera diría que el madridista estaba fuera de su posición natural después de los 90 que se marcó en el Spotify Camp Nou.
Lo que queda claro es que Camavinga es un jugador con un gran talento y una capacidad muy importante en el mundo del fútbol como es la de poder adaptarse a diferentes posiciones rindiendo en todas ellas a alto nivel.