Ceballos, Fran García y Brahim piden paso

Nueve victorias seguidas y catorce partidos consecutivos sin conocer la derrota llevaba el líder de la Serie A hasta que este martes se topó con el rey de Europa. Un rey tocado por las lesiones, por la exigencia del calendario, por los últimos resultados... Muchos estaban ya frotándose las manos, deseosos de ver cómo la Atalanta confirmaba su gran estado de forma tumbando al Real Madrid y empujándolo al abismo de los puestos de eliminación. Pues se han quedado con las ganas. El rey está más vivo que nunca y con serias opciones de pelear por entrar entre los ocho primeros, y todo gracias, principalmente, a Mbappé, que se reencontró con el gol; a Vinicius, que volvió de su lesión por todo lo alto; a Bellingham, que atraviesa un momento dulcísimo con cinco tantos en los últimos seis duelos; y a la unidad B.

En esta unidad B me quiero centrar hoy, porque la calidad y lo extraordinario de la 'BMV' ya lo sabemos todos y la mayoría de elogios están dirigidos en esa dirección; no sin merecerlo. Pero es que en Bérgamo, hubo tres jugadores que dieron una lección a Ancelotti y a todos los madridistas: Dani Ceballos, Fran García y Brahim Díaz están para partidos importantes como este último ante los italianos, con la supervivencia del equipo en Champions en juego. Carletto ha ido contando con ellos en función de las lesiones y las rotaciones por el calendario, y el rendimiento que han dado en los últimos encuentros ha sido sobresaliente.

El utrerano es un jugón todoterreno. Se ofrece, se mueve constantemente, saca el balón con mucho criterio, pelea todos los balones... Ayer se marcó un partidazo y demostró que puede ir cogiendo el testigo de Modric. Por su parte, el manchego ha adelantado a Mendy por la derecha. Ha mejorado su aportación defensiva y ofensiva, con una solidez formidable. Enorme mejoría la suya. Y el hispano-marroquí, aunque nos tiene más acostumbrados a grandes actuaciones, no deja de sorprendernos. Su nivel está muy por encima del que ofrece Rodrygo y es una pieza indiscutible dentro del esquema madridista. No hay quien le quite la pelota y es un demonio dentro del campo. Regatea, corre, marca, asiste... Es imparable y, como Fran y Ceballos, merece ser titular más veces. La unidad B pide paso y ascender directamente a la unidad A.