De un 9 con alma de 10 a un 5 con alma de 9
Hacía tiempo que no se veía un estreno tan sorprendente e ilusionante como el de Jude Bellingham. Cuatro goles en tres partidos para empezar una aventura que se prevé apasionante, y para avalar el nuevo planteamiento de Carlo Ancelotti: un 4-4-2 con el centro del campo en forma de rombo, en el que el inglés ocupa el vértice superior para poder sumarse asiduamente al ataque como si fuera un delantero centro. Un sistema que el ex del Dortmund ha entendido a la perfección -ahí están sus números-, mostrando una faceta ofensiva completamente inesperada.
Que tenía llegada e instinto goleador ya se sabía de su etapa en Alemania. Sin embargo, en este inicio de curso, Bellingham ha roto todas las expectativas. Aterrizó en el Real Madrid cogiendo un dorsal emblemático como es el 5, que antes lucieron grandes centrocampistas como Zidane. No obstante, bien podía haberse cogido el 9, porque está demostrando un olfato goleador insospechado, tirando del carro merengue.
Como confesó Ancelotti en su última entrevista para Radio Serie A, este verano se optó por "compensar la salida de Karim Benzema con la llegada de Jude Bellingham". Y vaya si la está compensando. Hemos pasado de un 9 que tenía alma de 10 a un 5 con alma de 9. De un delantero total que era mucho más que un simple killer a un todocampista que puede disfrazarse de delantero aportando numerosos goles. ¡Qué cambio tan inesperado! ¡Y menudo futbolista hemos fichado!