Demasiadas decepciones en muy poco tiempo
Veníamos de una temporada de casi sobresaliente, con la conquista de Liga y Champions League. En verano, la euforia se disparó con el fichaje al fin confirmado de Kylian Mbappé, sumado a la llegada de un ilusionante Endrick. Todos los ingredientes para dar continuidad a un ciclo ganador con Carlo Ancelotti como director de orquesta, más allá de la lacrimógena despedida del legendario Toni Kroos. Sin embargo, lejos de ser un camino de rosas, el madridismo ha vivido demasiadas decepciones en los primeros dos meses y medio de competición.
En primer lugar, el juego mostrado en los primeros partidos. El Real Madrid está lejos de convencer como equipo, con dificultades a la hora de crear juego y con evidentes lagunas defensivas. Tampoco ayuda la gris imagen de Kylian Mbappé que, aunque suma ocho goles (varios de ellos desde el punto de penalti) en catorce partidos, está lejos de su mejor versión. Su actuación en el clásico ha dado pie a numerosas críticas.
Precisamente el clásico ha sido otra de las grandes decepciones. Un 0-4 sonrojante ante el eterno rival, que no deja de ser un equipo en construcción. Lo peor es que empieza a ser algo habitual en el Santiago Bernabéu durante los últimos años. Imperdonable, como también lo fue la derrota en Lille o la segunda parte del derbi contra el Atlético de Madrid, en la que Ancelotti decidió regalar el balón a los rojiblancos... Que empataron en casi la última jugada.
Caso aparte merece la gestión que Ancelotti está haciendo de jugadores como Arda Güler o Endrick. El turco ni siquiera ha tenido protagonismo durante la lesión de Brahim. Y precisamente los problemas físicos constituyen otra de las grandes decepciones en lo que llevamos de temporada. La enfermería no deja de recibir nuevos pacientes. Especialmente sangrante es lo de Carvajal, que se perderá lo que resta de curso.
Muchos golpes, en definitiva, los que ha tenido que soportar el madridismo en estos primeros meses de competición. Cierto es que aún queda mucha tela por cortar y que las notas se ponen en junio, pero estaría bien que el Real Madrid empezase a engrasar la máquina cuanto antes. De lo contrario, la temporada se va a hacer muy, muy, muy larga.
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