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El día que todos los madridistas llevamos tiempo soñando

de Aitor Bris
Real Madrid

Hemos vivido una temporada con mucho sufrimiento y en la que hemos crecido como club más de lo que podemos imaginar. Ganar cuando todo va muy bien es muy satisfactorio porque se disfruta de principio a fin, pero creedme que no hay nada como hacerlo cuando las cosas no salen del todo como se tiene en mente en un primer momento. Y eso es precisamente lo que ha ocurrido en el Real Madrid durante este curso.

La temporada empezaba con varios momentos que podían apuntar a decepción. La dolorosa marcha de Benzema no iba a ser cubierta por nadie. Mbappé no llegaría pese a los rumores que fueron saliendo en verano. Para colmo, empezaba el curso y Güler, la gran promesa del mercado, caería lesionado y hasta enero no se sabría nada de él. Courtois no llegaría a debutar en liga y Militao solo duró 50 minutos en el primer partido. Ambos se perderían casi ocho meses de competición. A ellos se les sumaría Alaba en navidad, y todo ello sin buscar un sustituto en defensa que fuese capaz de poder competir con Nacho o Rüdiger en el centro de la zaga.

TODO A UN PARTIDO

Hemos sufrido una eliminación copera en casa del máximo rival en la ciudad de Madrid, lo hemos pasado mal en Manchester contra el City de Guardiola y no hemos estado en condiciones óptimas para pelear por todo debido a las lesiones. Y, pese a esto, lo han hecho, nos han hecho soñar y de la manera más sufrida y bonita posible. Ganar así es incomparable, pero lo hemos hecho. Campeones de liga con varias jornadas de antelación y volviendo a hacernos disfrutar en Europa.

Queda ese colofón final en la Champions. Este sábado será el momento que todos estamos esperando, el de poder alzar la decimoquinta en el estadio más emblemático de este deporte como es el de Wembley. El Borussia Dortmund es el último obstáculo para cumplir el gran sueño que todos los madridistas llevamos teniendo durante todo el curso.


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Sábado 23 noviembre
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