El fichaje era Haaland, no Mbappé
Esto no es el FIFA, ni tampoco el Football Manager, eso está claro. Lo que también deberíamos saber es que el Real Madrid es un club serio, sin dinero ilimitado, y que lucha con sus propios recursos ante la tiranía de los clubes árabes y otros jeques varios de la Premier League. Antes que pedir hay que pensar, e incluso antes que eso, habría que reflexionar sobre el presente y el futuro de nuestros jugadores, así como de los potenciales fichajes. Todos sabemos lo mismo, y es que Vinicius, junto a Haaland y a Mbappé, están destinados a dominar la próxima década. Hasta ahí, en principio, todo bien.
El problema llega en la elección, en el encaje futbolístico, pero también en el de la mejor mentalidad. Ahí parece que los blancos, con Florentino Pérez a la cabeza, se han equivocado de objetivo. Errar es de humanos, y no podemos pedir un presidente mejor, porque ni lo hubo (a excepción de Don Santiago) ni tampoco lo habrá. Pero son tres años esperando algo que no llega. Ni un gesto, ni una palabra... Nada. Los madridistas sufren con un ataque más pobre en efectivos, a la vez que rogan por la llegada de Mbappé, que cada segundo se antoja más imposible todavía. Los seres humanos vivimos de ilusiones y sueños, y nos ponemos tristes cuando algo no nos sale como queríamos en un principio, pero yo todavía me pregunto: ¿El Real Madrid es el sueño del francés? Y aún no obtengo respuesta alguna.
Haaland, por su parte, parecía más sencillo, aunque quizá algo más costoso. También jugamos con las mismas bazas: su amistad con Vinicius, su encaje en el once en esa posición de '9'... Cumple las mismas condiciones que Mbappé. La diferencia radica, a mi modo de ver, en que uno rompió su palabra, mientras que al otro ni le dieron la oportunidad de tenerla. Con una Champions en el bolsillo y una Liga (dos, si contamos la adulteración vía palancas ficticias), el delantero francés ya habría hecho historia aquí, pero no quiso, nunca lo hizo. El noruego eligió al Manchester City, seguramente porque aquí estaba Benzema, y porque la dirección deportiva no hizo suficiente. Y no pasa nada, el mundo sigue y el futuro blanco es brillante, pero como siempre se dice: "Quien quiera jugar en el Real Madrid, jugará aquí".
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