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El futuro siempre será blanco

de Diego Rivero Mosqueda
Real Madrid

El Real Madrid es y será todo lo que está bien en el mundo, aunque muchos se empeñen en taparlo, mancillarlo o falsearlo con “argumentos” falaces y carentes de sentido. Desde la salvación del club y construcción de un estadio con el dinero de los socios hasta crear una historia que será recordada de generación en generación. No solo eso, hay mucho más… los gestos anónimos con jugadores lesionados de otros clubes, con entrenadores a los que cesan… y un largo etc de actuaciones que no pueden ser criticadas, aunque desde ciertos sectores lo hagan. La pureza y el blanco son dos aspectos de la vida que van unidos, y así es el Real Madrid, un escudo redondito con muchas Copas de Europa. La historia es la que es y no se podrá cambiar nunca, así como la escriben solo los que buscan la verdad, más que los vencedores, que diría Winston Churchill, ya que eso no siempre se cumple.

Florentino Pérez y Santiago Bernabéu son los dos presidentes que más han influido en el crecimiento del club como institución, pero también como sentimiento. Eso que tienen los Vinicius, Benzema, Marcelo, e incluso Mbappé, cuyos esfuerzos por venir deben ser recompensados por la afición con creces. Aquello que sí se transmite de abuelos a nietos, y que seguramente sea de lo más grandes que podamos experimentar en vida. El Real Madrid es otra cosa, es aquello que Publio Ovidio escribió en ‘Cartas desde el Mar Negro’: “Ut desint vires, tamen est laudanda voluntas”. Aunque nos falten las fuerzas, debe alabarse la voluntad, y eso es el equipo blanco, el espíritu de las remontadas y de no darse por vencido hasta el pitido final del árbitro.