El Madrid se encargará de impartir justicia por el caso Olmo

El Real Madrid derrotó 3-0 al Mallorca el pasado jueves y se metió en la final de la Supercopa de España, donde el próximo domingo se enfrentará al FC Barcelona, al equipo que en estos últimos días ha protagonizado uno de los mayores escándalos en la historia del fútbol español. Y no, no hablo del caso Negreira, sino del otro gran escándalo acontecido en los últimos días.

Pese a que LaLiga, la RFEF e incluso el Juzgado Mercantil n°.10 de la ciudad condal desestimaron las exigencias del Barça por no haber cumplido con los requisitos económicos en plazo (antes del 1 de enero), el CSD aceptó el recurso del conjunto culé para inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor, emitiendo una medida cautelar urgente, en una decisión sin precedentes que ha puesto el fútbol español patas arriba. Múltiples equipos como el Atleti, Las Palmas o el Valladolid, que viven con la soga al cuello, ahogados por las políticas económicas del Fair Play Financiero, ya han puesto el grito en el cielo, quejándose de lo que consideran un trato de favor indignante hacia los barcelonistas, quienes parecen jugar con otras reglas, al margen de la ley.

Por ello, intuyo yo, que más de uno habrá cambiado de bando de cara al domingo en la final de la Supercopa de España. Los mismos que afeaban y criticaban al Real Madrid por decreto, por meras nimiedades, ahora seguro desean que los madridistas arrasen con el Barcelona. No hay problema, nunca es tarde para subirse al barco vikingo. Y pueden estar tranquilos porque, con o sin Dani Olmo, el conjunto blanco se encargará de impartir justicia ante esta banda de tramposos que pagaron más de 7 millones al exvicepresidente del CTA, que inscribieron a Lewandowski gracias a un dinero que nunca llegó y que ahora, gracias a una decisión política, han vuelto a protagonizar un nuevo escándalo que ha puesto a todos los clubes en su contra. El Barça tendrá su merecido, gracias al Madrid.