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El parón de selecciones condiciona la resolución de la temporada

de Diego Fuentes
Zinedine Zidane, Real Madrid

LaLiga está que arde a 10 jornadas del final. Los tres colosos del fútbol español -Atlético, Barcelona y Real Madrid-, están en seis puntos, y el Sevilla puede quedarse a ocho de la cabeza si a la vuelta derroca al líder rojiblanco. Los dos inmediatos perseguidores de los colchoneros venían como flechas, y aunque los del 'Cholo' sufrieron los reveses del empate en Getafe y de la eliminatoria europea, derrotaron al Alavés en un partido que fue una auténtica bombona de oxígeno. Este fin de semana nos quedamos sin un nuevo capítulo.

Ahora llega el tedioso y por suerte último episodio del curso de un parón internacional que, como siempre, torpedea el desarrollo lógico de las ligas nacionales. Los equipos pueden sufrir contratiempos en forma de lesiones en un momento crucial en el que se juegan sus objetivos, y mientras la propaganda ha estado todo el año a base de bombo y platillo repitiendo que el calendario estaba muy comprimido, no se entiende esta rotura para atender otros anodinos objetivos. Con el curso en esplendor y empinando su recta final, estos días desérticos no se pueden compensar con el sucedáneo de las pachangas de selecciones. La UEFA sabe del escaso o nulo interés que despiertan este tipo de partidos y lo intentó arreglar con la Nations League, pero harían bien si en un futuro reservasen un mes íntegro para la resolución de los compromisos clasificatorios de naciones.


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