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Este Real Madrid sí puede ganar el doblete

de Diego Fuentes
Benzema, el gran héroe en Vigo

Huele a primavera y el Real Madrid ya ha metido la directa. Parece como si el equipo de Zinedine Zidane hubiese hecho una especie de conjura para volver a conquistar LaLiga y recuperar el trono de la Champions en un año marcado por la irregularidad y la carencia de pegada. Los pupilos blancos se han aplicado de lo lindo pertrechándose atrás e hincando codos en una asignatura en la que hasta hace poco suspendían. La más importante, la que a la postre diferencia a estudiantes de medio pelo con los que se doctoran: la del gol.

De eso sabe y mucho Karim Benzema, único integrante que la ha sacado con sobresaliente desde que no vive a la sombra de Cristiano Ronaldo. Ahora suma apoyos con la mejor versión de la vieja guardia: Casemiro, Modric, Kroos... y otros que están levantando la mano en el ejercicio actual como Courtois, Mendy, Lucas Vázquez o Nacho, especialmente brillantes los dos últimos otra tarde más. No era nada fácil ante un equipo de trileros de la sala de máquinas en adelante, con los Brais, Denis, Nolito, Aspas y Mina, pero ambos canteranos han vuelto a dar todo un recital. También Tapia en el otro bando. Incombustible el peruano, que ha terminado el partido contra todo pronóstico pese a sus ostensibles molestias en la primera parte.

Más allá de la desconexión cuando más duele, al filo del descanso, el barco merengue ha zarpado con éxito. Fútbol de quilates en el primer tiempo y ejercicio de resistencia en el segundo. Solo Aspas en una falta rigurosa rozó el empate con su balón al palo gracias a la bendita testa de Casemiro, que gestionó como los ángeles el crono cuando la cita agonizaba. Antes de eso, 'Monsieur' abrió los brazos otra vez en el descuento, pero en esta ocasión poniéndose el traje de camarero para servirle la sentencia a Asensio.

La mejoría madridista es fehaciente echando la vista atrás en el calendario. Los blancos no caen abatidos desde la dolorosa derrota ante el Levante allá por el 30 de enero. Aquel día los granotas desvalijaron el Di Stéfano, pero desde entonces aprendieron a bailar bajo la lluvia con 10 encuentros repartidos en 8 victorias y 2 empates, ambos consecutivos y en liga ante la Real Sociedad y el vecino Atlético.

En apenas una semana, el Madrid se ha despojado del Atalanta y ha recortado dos puntos en la pugna por tocar el cielo de nuevo en el campeonato doméstico. Ahora se va al parón con la moral por las nubes y en un momento de forma óptimo para terminar la temporada. Quién lo iba a imaginar al principio, pero la magia del fútbol invita a un sueño 'Real'. Muy vivos en las dos competiciones y al margen de que un mal día lo puede arruinar todo, el doblete no es ni mucho menos una utopía hoy.


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