Fichar no es una opción, es una obligación
La tarjeta de anoche a Nacho es uno de esos acontecimientos que parecen destinados a ocurrir para poder ver el problema de manera frontal. El Real Madrid acaba el año 2023 con dos centrales sanos del primer equipo y lo comenzará con apenas uno. Antonio Rüdiger será el encargado de defender la zaga madridista ante el Mallorca, acompañado de un Tchouaméni al que, si preguntamos, probablemente opinaría de igual manera: fichar no es una opción, es una obligación.
Y es que es imposible poder competir por todos los títulos cuando apenas tienes dos jugadores para toda la segunda parte del año. Ninguno puede cogerse un resfriado, ni acumular amarillas ni, como Nacho, ver una roja. Para colmo, las lesiones también se sufren por el segundo equipo del Real Madrid y jugadores como Asencio o Jacobo Ramón todavía están en el proceso de convertirse en futbolistas fiables.
Llámalo Leny Yoro, Gonçalo Inácio, Antonio Silva o Rafa Marín. Como si quieres llamarlo Pepe o Varane, pero alguien tiene que apuntalar la defensa si se quiere seguir teniendo un equipo competitivo. Acudir al mercado invernal es una necesidad imperante en Chamartin, donde no gusta precipitarse a la hora de acometer fichajes, menos aún cuando la temporada ya ha empezado. Ahora toca ajustarse a las circunstancias y apretar los dientes.
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