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Hay que tirar la casa por la ventana por Haaland

de Javier Rubiano
Erling Haaland, Dortmund

Ayer el Real Madrid sufrió otro pinchazo donde más duele, a menos de una semana de un derbi que podría haber servido para recuperar el liderato y dar un golpe sobre la mesa. Los de Zidane no lograron perforar la portería de la Real Sociedad hasta el 88', cuando Vinícius -con la ayuda de un rival- firmó el definitivo 1-1. El marcador no refleja para nada lo visto sobre el terreno de juego, pero es a lo que te arriesgas cuando vas a la guerra con escopetas de feria. 

En el Real Madrid ha llegado un punto que hay 'Benzemadependencia'. Si no marca el francés, no marca (casi) nadie. Como mucho Casemiro. Pero ayer el brasileño no estuvo acertado de cara a puerta, y mira que lo intentó. ¿El resultado? Un nuevo tropiezo que complica aún más LaLiga. Pero la falta de gol no es algo que venga de esta temporada, sino que es un problema que arrastra el equipo blanco desde la marcha de Cristiano Ronaldo. El 'sustituir' al máximo goleador de tu historia por Mariano Díaz era algo que tenía que pagarse tarde o temprano. Y el Real Madrid lo lleva pagando tres temporadas.

Así las cosas, en el horizonte emerge una figura esperanzadora. La de Erling Haaland, el cíborg noruego que las mete de todos los colores. El delantero que va a marcar la próxima década. Florentino está obligado a ponerse el traje de los grandes fichajes. Ese con el que fichó a Beckham, Figo, Owen, Cristiano Ronaldo y demás megaestrellas. Este verano el objetivo está fijado. Es noruego y juega en el Borussia Dortmund. Toca mover ficha.


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