Kylian, te enamorarás de este infierno

Que Kylian Mbappé quiere jugar en el Real Madrid lo saben hasta en el lugar más recóndito del mundo, pero mañana será un rival más. Es cierto que viendole pisar el césped del Santiago Bernabéu a todos los madridistas se nos ha iluminado la cara. Su sonrisa hablaba por sí sola, pero mañana, repito, es un rival más. No hay que pitarle como a Neymar o a Leo Messi, jugadores que tienen un pasado en el FC Barcelona, pero hasta el pitido final hay que tratarle con cierta indiferencia. Él intentará meter ocho goles al Real Madrid si puede. Es normal, hasta que no tenga la elástica merengue sobre su pecho dará el 100% con el PSG.

Preparen sus gargantas

Hace más de dos años que el Real Madrid no vive una noche como las de mañana. Es cierto que contra el Manchester City en 2019 hubo un gran ambiente, pero era la ida y no había la necesidad de remontar. Mañana el PSG se encontrará con uno de los estadios donde es más difícil ganar cuando el público aprieta. La afición siempre da el do de pecho en estos partidos, y el recibimiento contra el conjunto de Mbappé apunta a ser histórico. Seguidores de todas partes de España viajarán hasta el Santiago Bernabéu simplemente a vivir el ambiente de la previa. Ni siquiera tienen entrada pero se dejarán las gargantas para que los jugadores entren como motos al partido. La afición aprietará tanto fuera como dentro. En el interior del templo merengue se esperan cuatro paredes verticales llenas de ruido. El estadio será una caldera de la que el PSG no podrá escapar.

Un servidor veía al equipo prácticamente fuera, pero si hay alguien que puede remontar esto además de los jugadores, es la afición del mejor equipo del mundo. Señoras y señores, preparen todo cuanto sepan porque mañana será una noche histórica. ¡Hasta el final, vamos Real!