La madurez de Rodrygo

En estos días en los que hemos visto tantas y tantas imágenes de lo triste que es que alguien no sepa ganar, da alegría pensar en aquellos que sí promulgan con los valores del deporte. Rodrygo Goes podría ser el ejemplo perfecto de un profesional serio, sin excentricidades y, ante todo, respetuoso. El brasileño llegó al Real Madrid y pronto dejaba ver de lo que era capaz sobre el césped, pero siempre sin estridencias, sin hacer demasiado ruido. 

Prácticamente desde su llegada a España mostró su madurez. Cuando habla ante los micros siempre está sereno y pocas veces se le ve alzando la voz por encima de lo necesario. Rodrygo lo hace todo sin llamar demasiado la atención, casi como si no estuviera. Como cuando salió a remontar unas semifinales de Champions contra el Manchester City. Lo último, que nos enteremos de que es padre. Quizá de ahí una madurez de un chico modelo que a sus 21 años es uno de los grandes jugadores del equipo. Más como él y menos como otros.