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Lo de Mbappé ha llegado demasiado lejos

de Alejandro Alonso
Kylian Mbappé, Francia

Estoy harto de todo lo relacionado con Kylian Mbappé. El ombligo del mundo del fútbol ha vuelto a ser protagonista cuando parecía no poder serlo más. Vio que Karim Benzema era el centro de todos los focos y se empezó a poner nervioso. Vio también que Haaland alzaba su primera Champions League y no tuvo más remedio que agitar el avispero para convertirse en el grandísimo protagonista por enésimo verano consecutivo.

Es un divo, alguien que necesita tener toda la atención para sentirse vivo en el mundo del fútbol. De lo contrario habría salido hace mucho tiempo en rueda de prensa para asegurar que quiere jugar en el Real Madrid. ¿Por qué no lo hace? No tengo ninguna duda de que tiene esta postura para que todos los medios de comunicación centren todos sus esfuerzos en vislumbrar lo que realmente quiere decir con un "me quiero quedar hasta 2024 en el PSG". Hasta ese punto hemos llegado...

FAYZA, LA MADRE DEL PROTA

En todos los culebrones buenos hay varios protagonistas. Mbappé, además de ser el mejor jugador del mundo, es el principal, pero no podría serlo sin la inestimable ayuda de Fayza Lamari, su madre. Tal y como relataba el periodista francés Romain Molina hace pocos días, Fayza no hace otra cosa que hablar con todos los medios de comunicación posibles en muy poco tiempo. Le encanta ver que su hijo es el centro de atención. El agente de Mendy, que tiene mucho que callar por otra parte, recalcó que la situación de Kylian sería muy diferente de tener un agente profesional a su lado. Tiene toda la razón, pero lo cierto es que es una verdad a medias. ¿Qué tiene que hacer un representante? Sacar los acuerdos más lucrativos en este maltratado deporte, y Fayza Lamari lo está consiguiendo cada año.

Mbappé acabará llegando al Real Madrid, lo veo como algo inevitable, pero desconozco si será en 2023, 2024 o en 2037 después de haber vaciado las arcas de Catar y de París.


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