Ni pa'lante ni pa'trás
Este Real Madrid no termina de arrancar del todo y de mantener esa regularidad tan necesaria para pelear por los títulos. A ratos bien, a ratos mal; partidos buenos, partidos regulares... El equipo llevaba mostrando síntomas de flaqueza desde hace tiempo, pero la enorme calidad individual de sus jugadores tapaba un poco esa debilidad hasta que ha llegado la primera gran prueba del curso y el resultado ha sido un suspenso como una catedral.
Ni pa'lante ni pa'trás. Ni la delantera, ni la defensa. En el clásico no funcionó nada, sobre todo, en la segunda mitad. Cuando no caían en fuera de juego, gracias a un buen trabajo y una buena coordinación de la defensa culé, los atacantes del Real Madrid perdonaban lo imperdonable. Mbappé está a años luz de ser el del PSG. Ayer se le vio nervioso. Cayó en fuera de juego lo menos 7 veces y falló 3 mano a mano con Iñaki Peña que en otra época eran gol seguro. Vinicius también tuvo una clarísima, Bellingham remató fuera un centro que parecía imposible de fallar... No fue el día de la delantera como se suele decir, pero es que de la defensa tampoco.
Qué desorden, qué caos, qué fragilidad... La imagen del primer gol de Lewandowski lo dice todo: los centrales saliendo de la línea hacia adelante fuera de sitio, Lucas dándose cuenta tarde de que había que subir un poquito para tirar el fuera de juego y Mendy empanado habilitando al polaco. Lunin hizo lo que pudo el hombre, con una defensa convertida en un auténtico coladero. El Barça atacaba los espacios y llegaba al área como quería. Fueron 4, pero pudo ser alguno más porque Lewandowski falló dos muy claras también y Lamine igual.
La imagen del Madrid fue dantesca y el resultado muestra la realidad de un equipo que no va ni pa'lante ni pa'trás. Y así no se llega a ninguna parte. Toca reflexionar. Ancelotti tiene bastante trabajo por delante esta semana para reorganizar un planteamiento que no funciona. Toca ponerse el mono de trabajo y nosotros, como madridistas, arrimar el hombro para salir de este bache juntos. Como siempre: ¡hasta el final, vamos Real!