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No os queremos en los estadios

de Aitor Bris
Ultras

Lo vivido en el Civitas Metropolitano es una vergüenza absoluta que ha dejado al Atlético de Madrid era una situación delicada en cuanto a la imagen institucional a nivel internacional. El partido que debía ser una fiesta por tratarse del derbi madrileño entre el equipo colchonero y el Real Madrid se acabó tornando en una auténtica guerra sucia desde la grada.

El hecho de que se tuviera que parar el partido durante 15 minutos por el lanzamiento de objetos contra Thibaut Courtois, curiosamente el portero que les dio un campeonato liguero en el año 2014 ha sido el colofón a una semana de auténtica vergüenza por su campaña de odio contra Vinicius Jr, ya no solo con el tema de las mascarillas sino también provocando en redes sociales con insultos racistas.

ESTO NO ES FÚTBOL

Hay una gran diferencia entre rivalidad y violencia física o verbal. La realidad es que hemos vivido derbis de muchas formas posibles, pero cuando se traspasa la barrera del odio y la agresión hay que decir basta. Evidentemente se puede criticar al vecino y hasta mofarse de él porque en eso consiste la rivalidad, pero cuando hay agresiones físicas o lanzamientos de objetos que pueden ocasionar algún daño, eso hay que pararlo.

Con el Atlético de Madrid lleva pasando ya un tiempo. Y esto es importante matizarlo porque no me refiero a la afición en su conjunto, sino una pequeña parte que hizo que ayer el ridículo fuese a nivel internacional y traspasase fronteras al ser el partido más grande del fin de semana en Europa. Que un encuentro de estas características se tuviese que parar 15 minutos es una broma de mal gusto, pero algo necesario teniendo en cuenta lo que estábamos viendo sobre el terreno de juego. Y es curioso porque esos racistas que llevan insultando tanto tiempo a Vinicius eran los que se estaban comportando como si estuviesen en una jungla lanzando objetos y discutiendo con sus propios jugadores. En fin, la hipocresía.


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