¿Pero es que nadie va a decirle nada al Barça?

El Consejo Superior de Deportes, la UEFA, la FIFA, el Gobierno... hasta la ONU salió al paso para recriminarle a Luis Rubiales su comportamiento en la celebración de la victoria de España en el Mundial femenino. Un comportamiento reprobable, no hay duda; ¿pero nadie se ha dado cuenta del último informe de la Guardia Civil sobre el caso Negreira? El organismo policial ha declarado que podría perderse la credibilidad en la limpieza y honorabilidad del fútbol español. El prestigio futbolístico de nuestro país está en juego y aquí nadie dice nada. ¿Pero esto qué es? ¿Dónde están todos los que también se han pronunciado, acertadamente, contra Rubiales?

Lamentablemente, no queda ahí la cosa. La Guardia Civil ha recalcado también que el arbitraje en España no fue "imparcial" entre 2001 y 2018, cuando el exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros recibió más de ocho millones de euros procedentes del Barça, y el juez del caso Negreira aprecia una "corrupción sistémica" de los árbitros y cree que el Real Madrid pudo ser "perjudicado". ¿En serio nadie va a decir nada después de todas estas novedades? Y ya no hablo de los distintos organismos, ¿la prensa tampoco lo ve suficientemente importante? Es el mayor escándalo en la historia del fútbol español, y el silencio, que tanto favorece al Barcelona, me parece surrealista y vergonzoso. La investigación continúa, estamos de acuerdo, pero lo que está ocurriendo ahora mismo es muy revelador. Sin embargo, como pasa con las famosas palancas en LaLiga, aquí nadie pone el grito en el cielo por algo que está perjudicando gravemente al prestigio del fútbol español. Rubiales sí, Barcelona no. Qué extraño, ¿no?