¡Qué bueno que viniste, Aurélien!
Pues no, anoche no se notó la baja de Casemiro pese a que muchos madridistas nos lo temíamos. Ayer, a eso de las 11 de la noche, apareció el verdadero Aurélien Tchouaméni. No era el de la primera jornada en Almería, era otro bien distinto y con las ideas bastantes más claras. Fue de menos a más hasta consolidarse como uno de los mejores jugadores de la noche en Balaídos. Con el balón demostró una tranquilidad pasmosa, claro, que con Modric al lado todo es más fácil. Sin él, supo el momento en el que tenía que robarlo para habilitar la jugada a sus compañeros. De dos robos suyos nacieron el tercer y el cuarto gol del Real Madrid.
¡Jugador diferencial!
Queda muchísimo para comprobar si realmente vale los 80 millones pagados por él, pero acorde a lo visto ayer en el templo del Celta de Vigo, apunta a jugador diferencial. Es un pulpo, el nuevo guardaespaldas de un Luka Modric que se mostró soberbio una vez más. Camavinga estuvo al lado de los dos y fue el más discreto a pesar de completar también un partidazo.
El futuro del centro del campo del Real Madrid está más que asegurado. Ancelotti terminó el partido con Tchouaméni, Camavinga, Ceballos y Fede Valverde. Aquellos que quieren la transición dulce, aquí la tienen. Modric y Kroos tienen cuerda para rato, y por suerte, pero el relevo llama a la puerta de una forma atronadora.
Es pronto, pero pinta muuuy bien el asunto. Aurélien, qué bueno que viniste.