Se acabó ser unas Hermanas de la Caridad con el Barcelona
Este jueves el Real Madrid y el FC Barcelona disputarán el primero de los tres clásicos que se jugarán en el próximo mes. La ida de las semifinales de la Copa del Rey con el Santiago Bernabéu como escenario. Y la realidad es que este choque llega en el peor momento posible para los blaugranas, aún en estado 'shock' tras la eliminación en dieciseisavos de la Europa League y tras haber caído de forma trágica frente al Almería, perdiendo asimismo la oportunidad de sentenciar LaLiga y dando una vida extra a los blancos.
El Real Madrid tiene ante sí, por tanto, la oportunidad de asestar un golpe anímico importante al Barça, dejando encarrilado el pase a la final de Copa e incrementando las dudas del conjunto blaugrana, lo que podría repercutir en la pelea por LaLiga.
SE ACABÓ PERDONARLES LA VIDA
Lo cierto es que no es la primera vez en los últimos años que se le presenta una oportunidad así al Real Madrid, pero (casi) nunca se ha aprovechado. Unas veces se ha ganado el clásico sin demasiados alardes, sin hacer sangre. Otras veces, incluso, los blancos han salido goleados (el 0-4 de la pasada campaña). Y eso es precisamente lo que enrabieta al madridismo: la posibilidad de hacer sangre a tu máximo rival y desperdiciarla una y otra vez. Porque todos sabemos que si fuera al revés, el Barcelona saldría a marcar cinco goles a los 'merengues'.
Por eso precisamente toda la afición madridista (yo incluido) esperamos que este jueves el Real Madrid salga con el cuchillo entre los dientes y con los ojos inyectados en sangre. El Barcelona está anímicamente tocado, así que los de Carlo Ancelotti están obligados a darles la puntilla. Pero para ello, hay que ir a hacer daño de verdad. Si se pueden meter cuatro goles, mejor que dos. Se acabó eso de ser unas Hermanas de la Caridad con el Barça.