Tranquilidad, que no estamos tan mal
Si el Real Madrid es el club más grande e importante de la historia de este deporte es por cosas como esta. Ayer, tras empatar con muchísima polémica contra el Girona, tanto los medios de comunicación como los aficionados merengues hacían presagiar el Apocalipsis en la casa blanca. Dos tropiezos seguidos que no cambian prácticamente nada en ninguna competición, pero así es el madridismo. Están acostumbrados a ganar todo y a veces, por muy difícil que parezca, no se puede.
Melero López se comportó como el resto de sus colegas árbitros. No razonó con ningún jugador y se mostró muy chulesco ante las peticiones de los jugadores del Real Madrid. Me da igual que lleven la camiseta blanca, la blaugrana o la violeta, lo del arbitraje en este país es una auténtica vergüenza nacional. Los clubes deberían plantarse y exigir que dejen las cosas claras, de lo contrario, no tendrán más remedio que llorar por las esquinas con las decisiones que tomen los que se creen superiores por tener dos tarjetitas en un bolsillo. El fútbol es de los clubes, no de ellos.
CAAAAALMA
Veo a la prensa culé especialmente 'cachonda' tras el empate del Real Madrid con uno de los filiales del Barça. En parte lo entiendo, debe ser muy difícil entender que te has gastado todo el dinero posible para volver a jugar la Europa League. Si lo miran por el lado bueno, es la posibilidad más real de que toquen metal este año.
Los de Ancelotti siguen líderes, sí, aunque con dos puntos menos. Cabe recordar que los dos tropiezos han sido especialmente llamativos. En uno se falló un penalti con 1-1 en el marcador y en el otro tuvieron un escándalo de proporciones bíblicas con un penalti injusto, un gol anulado y la expulsión de Toni Kroos. De haber sido dos partidos más o menos normales, el Real Madrid habría sumado 36 puntos de 36 posibles.
Sigan.