Tus lágrimas son las nuestras, Marcelo

Anoche Marcelo Vieira se despedía entre lágrimas del Santiago Bernabéu, de la que ha sido su casa durante quince años. En enero de 2007 aterrizaba en el Real Madrid un joven brasileño de 18 años, con la cabeza rapada y con un futuro brillante por delante. Entre medias, nada más y nada menos que 25 títulos (cinco Copas de Europa incluidas), lo que le ha convertido en el futbolista con mayor palmarés de la historia del club blanco. Además, ha sido el segundo futbolista extranjero con más partidos oficiales disputados con esta camiseta, solo por detrás de Karim Benzema. Palabras mayores.

Cuando anoche Marcelo rompió a llorar, estoy seguro que también se le escapó la lagrimilla al 99% de los madridistas que estaban presenciando la celebración en ese momento. Imposible no querer a un tipo que respira madridismo y que se ha hecho querer mucho temporada tras temporada aquí. Durante años fue el mejor lateral izquierdo del mundo; pero cuando bajó el rendimiento y vio cómo Ferland Mendy le quitó el puesto, no puso ni una mala cara. Ni un solo gesto despectivo. Al contrario, se ha dedicado a animar y hacer grupo desde el banquillo. Ha sido un ejemplo para los jóvenes y para los veteranos. Por eso, las lágrimas de Marcelo ayer fueron las lágrimas de todo el madridismo. 

Gracias por todo, capitán.