Un mensaje muy peligroso
La gestión del Real Madrid en los últimos años ha sido más que notable. Los resultados deportivos están ahí, así como el haber conseguido juntar un centro del campo histórico con Tchouaméni, Camavinga, Bellingham, Valverde, Kroos y Modric -a Ceballos no lo incluyo, pues no es un talento generacional-. Sin embargo, si hay un 'pero' que se le puede poner al club blanco es el uso de la cantera.
Canteranos como Rafa Marín y especialmente Sergio Arribas han derribado la puerta del primer equipo en varias ocasiones, pero apenas han tenido oportunidades. Ambos se han visto abocados a salir para adquirir experiencia fuera y rezar para que el Real Madrid se acuerde de ellos en un futuro. Algo similar sucedió un año antes con Miguel Gutiérrez, que marchó al Girona pese a ser uno de los mayores talentos surgidos en 'La Fábrica' en los últimos años. Ahora, es indiscutible en el conjunto catalán.
La situación esta temporada no ha ido a mejor. Nico Paz tiene 19 años y aún no ha debutado con el primer equipo, pese a que Ancelotti lo ha convocado en varias ocasiones. Gonzalo, pese a su inicio fulgurante con el Castilla, tampoco ha tenido la oportunidad; y, pese a la plaga de bajas en el eje de la zaga, Carletto prefirió experimentar con Tchouaméni como central antes que confiar en un canterano. Un experimento que, por cierto, no salió mal.
El caso es que el mensaje que se está mandando a la cantera estos últimos años es muy peligroso. Da igual lo bien que lo hagas en el Castilla, va a ser casi imposible que tengas oportunidades. Y si las tienes, será algo efímero. Y si no, que se lo digan a Álvaro Rodríguez.
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