Un último servicio a Alemania, ¿y al Real Madrid?

Toni Kroos puede hacer lo que quiera. Con 450 partidos de fiel servicio al Real Madrid a sus espaldas, en los que ha conseguido 28 goles, 96 asistencias y 21 títulos, el futbolista alemán se ha ganado el derecho a decidir. Y si quiere volver con Alemania, ¿qué se le puede decir? Nada, solamente esperar que no sea también el fin de su andadura en el conjunto blanco.

El centrocampista volverá a partir de marzo con su selección, de cara a la próxima Eurocopa que se disputará en 2024 en territorio germano. Un último baile para tratar de dejar la Copa de Europa en casa e intentar colgar definitivamente la camiseta de la Mannschaft por todo lo alto. Un gesto que le honra, porque, tras haberlo ganado todo, incluido el Mundial de 2014, no tiene necesidad de exponerse ahora a un posible fracaso por parte de una selección en el punto de mira de sus aficionados después de un 2023 bastante decepcionante con solo tres victorias en once partidos.

Ahora bien, en la parte que nos toca, como madridista, este gesto de Kroos me preocupa. Sí, me inquieta que esta decisión de volver con Alemania sea su forma de colgar también las botas en su país ante su familia y amigos, cerrando así esta temporada el ciclo completo de selección y Real Madrid, y dejando el fútbol por todo lo alto. Ese es y siempre ha sido su deseo. No quiere que le pase como a Modric y retirarse después de un año en el banquillo, lo que me asusta todavía más.

"No he tomado una decisión sobre mi futuro", reconocía en la previa del último partido ante el Leipzig. Aún hay esperanza, pero su regreso a la selección me preocupa y me da mala espina.