Un verano austero… ¿para hacer la revolución en 2022?
Muchos esperaban presenciar este verano una significativa revolución en el Real Madrid. Sin embargo, no será así. La marcha de Sergio Ramos se ha cubierto con David Alaba, pero la de Varane -que tiene pie y medio en Old Trafford- se paliará con los canteranos Chust y Mario Gila, sin descartar tampoco la opción de Jesús Vallejo. Queda totalmente descartado realizar una gran inversión por un Koundé o un Pau Torres. Por otra parte, se esperaba reforzar el centro del campo, pero finalmente no llegará ningún nuevo efectivo para la medular. Todos los esfuerzos se centran en Kylian Mbappé, pero por ahora el PSG no quiere abrirle la puerta. Además, el hecho de que jugadores como Isco o Marcelo no quieran salir del Santiago Bernabéu limita económicamente al club.
Todo ello, eso sí, podría cambiar en 2022. Para entonces, Bale y los mencionados Isco y Marcelo terminan contrato, por lo que el Real Madrid dispondrá de un mayor margen de maniobra financieramente hablando. Mbappé y Camavinga podrían llegar a coste cero si no renuevan sus contratos -las últimas informaciones aseguran que el del Rennes está dispuesto a esperar a los blancos-, y Haaland tendrá una cláusula de 75 millones de euros. Todo ello sin olvidar el regreso del público a los estadios, que reportará mayores beneficios al club para el año que viene. Así las cosas, todo hace indicar que habrá pocos cambios este verano. Si acaso llegará Mbappé a finales de agosto, algo que firma todo el madridismo. En cuanto a salidas, como ya he mencionado, se antoja muy difícil desprenderse de Bale o Isco, que quieren quedarse y que además no tienen otras ofertas, así como de un Marcelo que está convencido de agotar su contrato.
El año que viene, en cambio, será diferente. El Real Madrid no solo aligerará masa salarial con las salidas de estos tres, sino que se le pondrán a tiro Mbappé (en caso de no llegar este año) y Camavinga como agentes libres, así como Haaland. El noruego ha decidido seguir una temporada más en Dortmund, lo que beneficia y mucho a la escuadra 'merengue'. En definitiva, este verano apunta a ser el de la calma antes de la tempestad.