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Valverde y Camavinga, el clip y la cinta adhesiva

de Alejandro Alonso
Fede Valverde, Real Madrid

Menos Gareth Bale y Eden Hazard, todo son buenas noticias en el Real Madrid. El galés y el belga siguen a lo suyo ya sea por problemas físicos o algo más allá de las lesiones, pero no deben tapar la buena sintonía y el buen hacer que está provocando Ancelotti. Cuando llegó en verano todos los jugadores sabían lo que había en ese momento. Se marchaba Zidane pero llegaba su copia más parecida, aquella que les llevó a algunos de ellos, muy pocos ya, a ganar la Décima en Lisboa.

La primera etapa de Ancelotti quedó ensombrecida por la falta de rotaciones en la segunda temporada. Carletto confiaba en una columna vertebral muy establecida y no salía de ahí. Que se lo digan a algunos jugadores como Illarramendi. Todos los madridistas piensan, y seguramente con razón, que si hubiera rotado más se podría haber alcanzado otra final de Champions y algún que otro título más. Esta vez, en su segunda etapa, tiene más herramientas a su disposición que el mismísimo MacGyver.

Fede Valverde y Camavinga, el clip y la cinta adhesiva

MacGyver se caracterizaba por derrotar a sus enemigos utilizando objetos muy habituales en nuestro día a día. Ancelotti hará algo parecido pero con jugadores de primer nivel mundial, casi nada. En estas últimas semanas no ha podido contar con la inestimable ayuda de Fede Valverde, el pajarito del Real Madrid. El uruguayo es uno de esos jugadores que enamora al Bernabéu. Se deja la vida en el campo si es necesario y eso honra y mucho al escudo que lleva cosido al pecho.

Camavinga ha caído de pie. Llegó, y a base de sonrisas, goles y buenas actuaciones ya es uno de los más queridos por los aficionados blancos. Desprende alegria y carisma a partes iguales. Tanto él como Fede serán los encargados de dar descanso a Modric, Kroos y Casemiro, aunque serán ellos los dueños del centro del campo blanco en cuanto quieran.


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