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¿Y ahora, qué hacemos con Bale?

de Diego Rivero Mosqueda
Gareth Bale (Real Madrid)

Como fan incondicional de Gareth Frank Bale, a quién trataré de 'don' esta noche, he de decir que estos últimos años no le benefician para el recuerdo de los madridistas que siguen a su equipo a diario, partido tras partido, tanto en las derrotas como en las victorias. En este momento, a 11 de febrero de 2022, todo eso da igual, y se sigue alimentando un debate que no tiene ningún tipo de sentido, ya que termina contrato en junio, y ahora mismo no es más que una losa que no parece que vaya a revertirse. Como todos vivimos en nuestra propia interpretación subjetiva de la vida, sigo creyendo en él y sus capacidades, que no son pocas, y no me voy a remontar a años anteriores con todas las glorias que ha otorgado al club sin haber querido ser el protagonista de esta historia, aunque lo mereció. 

Un jugador diferencial en las victorias y apático, quizá, en las derrotas, debería estar en los planes de Carlo Ancelotti para lo que resta de temporada, ya que sin Karim Benzema y Vinicius, no nos sobra el gol. La calidad y clase es algo que no se pierde, como bien nos demuestra Marcelo cuando salta al campo, y el italiano sigue dándole una confianza que también podría dar al galés. Aquellas personas que continúan defendiendo su fe se convierten en héroes y terminan existiendo en la leyenda, y don Gareth Frank Bale ya es una del Real Madrid, pase lo que pase hasta final de temporada, porque ya es uno de nosotros.

Para la segunda mitad de temporada, su gol y centros pueden venir muy bien al equipo blanco, además, también tiene compromiso defensivo, por lo que sería bastante utilizable en algunos contextos para cambiar determinados partidos. Solo pido una última oportunidad, tanto a los aficionados como a Ancelotti, ya que creo que aun le queda una última alegría que darnos.


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