Y Laporta volvió a hacer el ridículo
Tiene que quedar clara una cosa antes de nada y es que la rivalidad entre el Real Madrid y el FC Barcelona es centenaria y es algo que va a perdurar por los siglos de los siglos, por lo que cuando a 1 de los dos le va mal evidentemente la alegría se traslada al cuadro rival. Sin embargo, esa alegría se ha colapsado tras el último esperpento que ha protagonizado Joan Laporta en rueda de prensa. El presidente del cuadro azulgrana ha protagonizado un nuevo ridículo que ha alcanzado cotas de surrealismo con el paso de las horas.
Lo que en un principio me había provocado la risa ha acabado dándome auténtica lástima y es que yo esperaba un Laporta combativo que estuviese a la altura como presidente de una de las entidades más grandes del planeta fútbol como es el FC Barcelona. Pero la realidad ha sido bien distinta, el hecho de echar balones fuera me lo podía llegar a esperar, pero basar su discurso en ataques constantes hacia el Real Madrid y hablar de la dictadura franquista para argumentar los pagos que han realizado durante 18 años al ex vicepresidente del Comité Técnico de árbitros me parece vergonzoso y me da hasta pena.
ENÉSIMO RIDÍCULO
Desde que Laporta llegó por segunda vez a la presidencia del FC Barcelona, hace poco menos de 2 años, el cuadro azulgrana no ha parado de hacer el ridículo allá por donde ha ido. Primero por no conseguir retener a su gran estrella, Leo Messi, cuando apenas un día antes de su marcha se anunció un acuerdo para su renovación. Más tarde el tema de las palancas que eso ya fue el colmo del surrealismo, ya que nunca en la historia del fútbol español se habían vendido activos de un propio club para poder fichar y que a la larga se ha visto que no ha valido para nada puesto que están fuera de toda competición más allá de la Liga.
Luego está el caso de la inscripción de jugadores como Gavi o Araújo, el primero ha tenido que cambiar dos veces de dorsal este mismo año porque no tenían dinero para poder inscribirlo. Y ayer en rueda de prensa se consumó un enésimo ridículo del presidente culé que se constató con la respuesta en redes sociales del Real Madrid cuando se le acusó de ser la ayuda del régimen franquista, con un contraataque donde se ve que el gran beneficiado durante esa época fue el conjunto azulgrana. Por ese motivo, quizás lo mejor que le puede pasar al FC Barcelona es que su presidente calle un poco y actúe por el bien de un club que está condenado al fracaso.