Isco, el arquitecto
El madridismo, aquí también en Cataluña, se alegra hoy más que nunca de tener un Real Madrid con talentos como Isco. Y es que amigas y amigos madristas, el Real Madrid se llevó los tres puntos en el Ciudad de Valencia, en la que fue la victoria 100 de nuestro malagueño talentoso con el equipo blanco. El centrocampista, que marcó el tercer tanto de los blancos, llega a esta cifra en su tercera temporada en el club, con el que ha ganado 1 Champions League, 1 Mundial de Clubes, 1 Supercopa de Europa y 1 Copa del Rey.
Desde que debutase con el Real Madrid el 18 de agosto de 2013 en la victoria ante el Betis en el Bernabéu (2-1), Isco ha disputado 136 encuentros y firmado 22 goles. Reparte sus triunfos en cinco competiciones: Liga (62), Champions League (24), Copa del Rey (11), Mundial de Clubes (2) y Supercopa de Europa (1). Esta temporada ha participado en 30 encuentros, en los que ha sumado 20 victorias (13 en Liga, 6 en Champions y 1 en la Copa del Rey) y marcado cuatro goles.
Un Isco que es el reflejo en el campo de la magia que en su momento pudo tener Zidane, salvando las distancias. Un Zidane que es el reflejo de la cordialidad con el equipo y del trabajo. Sin esfuerzo no hay calidad, y ése es uno de los mensajes que lanza nuestro míster a Isco partido a partido. La falta de madurez o de actitud en algunos partidos, o incluso la ausencia de un liderazgo en el terreno de juego son los peores enemigos, sin embargo, de Francisco Alarcón.
Isco, a pesar de sus grandes números, pide a gritos liderar este proyecto deportivo que Zidane tiene en su cabeza, y que con paciencia se va a ir desarrollando en los próximos años. Ahí es cuando veremos que en la arquitectura del juego, los valores cambian de acuerdo con el proyecto que se tenga entre manos. Si se trata de construir un museo de arte contemporáneo, por poner una metáfora, pues sí, su aspecto artístico es importante, mientras que también debe contribuir al entorno en que fue construido. Pero siempre deben quedar claras las prioridades.