Keylor y la inseguridad
La hora ha llegado. El run-run que recorre la cabeza del arquero de Móstoles ha empezado a inundar la zaga madridista y a su vez el hipotálamo de toda la afición madridista. Como un niño dando sus primeros pasos se muestra Casillas cada vez que se enfunda los guantes. Keylor, como el león que aguarda el momento oportuno para hacerse con la manada, espera ansioso su hora y esta tiene que llegar ya.
Donosti, como la Sabana africana, sirvió de escenario para ver que la melena del amigo de Xavi ya no es lo que era. Cuatro tiros, cuatro goles y es que, aunque no cantó en niguno de ellos, el fallo es otro y me arranco a explicarlo.
Carlo está intentando instaurar un nuevo sistema defensivo en el Real Madrid que nace de la presión en 3/4. Kroos es el encargado de romper la equidad posicional para descentrar al mc de turno y así provocar su fallo o el robo. Ahora, para que esto se produzca sin fallo alguno, lo vital viene detrás. La defensa debe pisar la linea de medios para que el espacio con los medios sea mínimo y eso no sucede.
Ahora bien, el principal motivo de este fallo viene, nuevamente, de la inseguridad. Ramos y Pepe no se sienten seguros con tanto espacio a su espalda, un foso que debe ser acotado por el portero e Iker no está lo centrado que uno ha de estar para jugar fuera del área. Esto desmboca en la pareja de centrales más hundidos y por tanto se amplia el espacio entre defensa y medios y lo siguiente ya lo saben.
Si Carlo quiere de verdad instaurar este método defensivo sabe que a día de hoy Iker no está concentrado para realizarlo y muestra de ello han sido los primeros choques de la temporada. Keylor, como diría Serrat, impávido asesino de rosas y libélulas, cruza los brazos en la banqueta y otea el horizonte atisbando un momento que por pura necesidad llegará. A Keylor le llegará el momento y a día de hoy cuanto antes mejor.