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La filfa de la FIFA

de Jorge Calabrés

El jueves 14 de enero de 2016 fue el día que finalmente llegó la anunciada, y temida, sanción de la FIFA al Real Madrid. No por esperada deja de ser sorprendente e insólita. El nuevo año trajo el despido de Benítez y la ilusionante contratación de Zidane como entrenador del Real Madrid. Con el 5-0 al Deportivo el club blanco parecía dejar atrás, de una vez por todas, un 2015 lleno de fracasos deportivos y líos en los despachos con el frustrado fichaje de De Gea y el humillante Caso Cheryshev. Sin embargo, este jueves la FIFA dio una nueva bofetada al madridismo y alteró la que era una de las semanas más tranquilas de los últimos meses. Un terremoto de consecuencias considerables, un bajón en el estado de optimismo instaurado en la afición. 

Pero tras la frustración y la decepción debe llegar la reivindicación y la defensa de los derechos del Real Madrid (y de sus socios). La FIFA ha tratado injustamente al club blanco, tal y como han demostrado José Ángel Sánchez y López Farré con pruebas documentales en una rueda de prensa transparente y explicativa. De los ocho jugadores por los que ha sido sancionada la entidad presidida por Florentino Pérez, dos son hijos de Zidane, uno el hermano de Garay y, al menos, otros tantos ni llegaron a vestir la camiseta blanca tras ser rechazada la consulta realizada. Incomprensible, no simplemente fuera de toda lógica sino también del derecho deportivo. 

La Liga ya ha defendido los intereses de Real Madrid y Atlético, también castigado, y ha calificado la sanción como desmesurada. Además, la RFEF ha apoyado al club blanco durante el tiempo que ha estado abierto el expediente y la Federación Madrileña ha acreditado que todos los jugadores de La Fábrica tienen en regla su ficha. Es la FIFA contra todos, pero particularmente contra el Real Madrid. Una cortina de humo para los escándalos de corrupción que azotan a un organismo carente de ética y credibilidad. Florentino Pérez debe plantarse e ir a la guerra. Quizá sea el momento para lanzar la liga europea a la que tanto temen la FIFA y la UEFA


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