La mirada oblicua
"No hay como ocultar información para desatar la imaginación perversa. No hay como colocarse en oblicuo para que te miren torcido".
(Juanma Trueba, periodista de AS)
La semana pasada, los jugadores de la primera plantilla del Real Madrid, acompañados del cuerpo técnico y el presidente Florentino Pérez, posaron para la fotografía oficial de la temporada 2014-15. El club distribuyó entre los medios varias instantáneas, pero ninguna de ellas con una visión frontal de los protagonistas. Todas las imágenes que la prensa recibió habían sido tomadas en un ángulo de unos 45 grados, poco propicias para que, por ejemplo, el diario AS imprimiese un póster tamaño mural y lo repartiese, tras rellenar la correspondiente cartilla con 15 ó 20 cupones, entre sus cada vez menos lectores. Y eso pareció escocer a Juanma Trueba, supongo que también a su jefe, Alfredo Relaño, así que, el día 27 de septiembre, escribió un artículo repleto de insidias y elucubraciones, cuando no directamente de falsedades.
"Es la economía, ¡estúpido!", podríamos espetarle a cualquiera de esos ciudadanos periodistas que sueltan sus jeremiadas apelando a la información que se hurta a sus lectores/oyentes/televidentes; es la economía, no las noticias, las entrevistas, que no pueden ofrecer lo que les preocupa; es la economía, no la imposibilidad de que sus lectores puedan tener en casa un póster de los futbolistas del Real Madrid, o cualquier otro producto licenciado por el club. Se les acabó el chollo de las promociones, y eso duele… en la cuenta de resultados. Es la economía, ¡estúpido!, vuestra economía, cada vez más depauperada y sin visos de remontar el vuelo.
Pero centrémonos en la cita que encabeza esta columna. No es la primera vez que leo/escucho algo similar. El 20 de noviembre de 2012, en el desaparecido programa Punto Pelota, Pedro Pablo San Martín –¡oh, casualidad! subdirector del diario AS– se quejaba de que el Real Madrid "no da nada a la prensa" luego "si el Madrid no le da nada al AS, éste no le va a regalar portadas a Cristiano". Regalar, decía, como si no fuese obligación de un diario destacar en su primera página lo más relevante de cada jornada; regalar, decía, cuando en aquel mes de noviembre le habían dedicado más primeras a Morata que al jugador portugués.
¿Imaginación, especulación o mala fe?
16 de julio de 2012, Xavier Torres: "Los clubes cierran los servicios de comunicación como lo que es muy difícil informar a la gente, y es cuando se empieza a especular".
12 de octubre de 2012, Santiago Segurola en Al Primer Toque: "Se está alejando a la gente y al periodismo del deporte y eso, en lugar de no ayudar a no especular, facilita mucho más la especulación".
11 de febrero de 2013, en El Partido de las 12, Paco González decía: "Dada la cerrazón de los clubes, se ha pasado de informar a inventarse exclusivas".
El 29 de octubre de 2013, en Radio Marca, tenía lugar esta ilustrativa conversación entre Carles Escolán y José Manuel Oliván:
Escolán: "Fluctúa otro tipo de periodismo, que yo no comparto, pero que es lícito porque no hay nada que vender si no hablas con los jugadores (…). En España, los periodistas somos muy respetuosos. En Inglaterra, como sólo les ofrecen una rueda de prensa a la semana, han empezado a seguir a los jugadores a las discotecas".
Oliván: "Que tengan cuidado, que, si siguen apretando, ese tipo de periodismo también va a llegar. Cuando no tienes nada que perder, te da igual (…) Si no das nada, te tienes que a tener a que no puedes pedir nada".
Palabras de José Manuel Oliván con las que cerramos el círculo abierto por Pedro Pablo San Martín: no esperes que te trate bien si tú no eres bueno y amable conmigo. ¿Informar después de haber contrastado la noticia? Eso está sobrevalorado. ¿Darle la relevancia que merece a un hecho noticioso? Pues depende de si me tratas bien o te cierras en banda. En este segundo supuesto, ya me encargaré yo de sepultar la noticia o, simplemente, de no darla.