La noche de Chicharito
El madridismo celebra a base de tequilas y a ritmo de rancheras el pase a semifinales de la Liga de Campeones. Había razones para creer en el Real Madrid y el equipo blanco cumplió eliminando a los intensitos de Simeone. El destino tenía una noche reservada para Chicharito tras una temporada en la que no tuvo todos los minutos que mereció. El mexicano es orgullo, casta y lucha, cualidades que siempre han sido muy valoradas por el sabio público del Bernabéu.
Pocos creían en Chicharito. Infravalorado pero delantero de raza que vive para y por el gol. Javier Hernández está cumpliendo un sueño vistiendo la camiseta blanca. Siempre deseo jugar en el Real Madrid y emular los éxitos de su compatriota Hugo Sánchez. Todo parecía indicar que su paso sería fulminante y sin pena ni gloria por la capital de España, pero los dioses guardaban para Chicharito una noche de enjudía. Ante el Atlético, el mexicano logró su objetivo y puso al Bernabéu a sus pies.
El éxito de Chicharito es el triunfo de la fe y del esfuerzo. Nunca decayó y siguió entrenando confiando en que su momento llegaría. Las lesiones de Bale y Benzema abrieron paso al ex del Manchester United en el once de Ancelotti. Chicharito quiere continuar en el Real Madrid y sabía que el derbi era su última oportunidad para demotrar que tiene el nivel exigido para portar con méritos la zamarra blanca. La fe mueve montañas y el mexicano logró lo que nadie hubiera pensado hace escasas semanas. Justicia divina. Gol de Chicharito y viva México. Ándale, ándale.