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Liga de locos

de Javier Barrio

Tras una jornada de Liga que rompió todas las quinielas, con los tres aspirantes al título tropezando a la vez y dejándose puntos vitales en su lucha, la competición afronta unas últimas fechas en las que todo es posible, y en las que se necesitarán favores de enemigos históricos para conseguir el objetivo.

El Real Madrid perdió una oportunidad de oro para meter más presión al líder Atlético de Madrid y solo un gol sobre la bocina de Cristiano Ronaldo impidió que se fueran al traste todas las aspiraciones ligueras en una tarde que pintaba de color blanco. El desgaste físico provocado por la exhibición de Munich, unido al mal momento que atraviesan hombres como Marcelo o Illarra, imprecisos en sus intervenciones, pudo costar muy caro al equipo blanco.

Ahora llega la visita a Valladolid, un partido trampa donde ya se dejó media Liga el Barcelona el pasado mes de marzo. Un equipo urgido de puntos que exigirá lo mejor del Real Madrid si quiere mantenerse en la pelea. Recuperarse del golpe sufrido ante el Valencia y evitar situaciones como las vividas en el Sánchez Pizjuán tras el clásico serán vitales para llegar con vida a las dos últimas jornadas.

Unas últimas jornadas de infarto, en las que todos los equipos estarán pendientes de lo que hace el rival en sus respectivos duelos. Si el Real Madrid salda sus tres partidos con victoria podría poner sus opciones de alirón en manos del Barcelona, y estos, a su vez, en las de su vecino y eterno rival, el Espanyol, que visita el Santiago Bernabéu en la última fecha. Un final con mucho morbo y totalmente inédito en la Liga que quedará para la historia de la competición.

Todo ello, además, con la final de Lisboa en el horizonte. Un exigente final de temporada para la plantilla madridista, que tendrá por delante tres duras semanas en las que estará totalmente prohibido fallar. De Valladolid a Lisboa, el sueño del triplete está más vivo que nunca.


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