No solo fue Iker
Iker Casillas fue el principal señalado en la nueva derrota ante el Atlético de Madrid del pasado sábado. Parece evidente que el capitán blanco está a años luz de su mejor versión y que el debate en la portería, con el mejor guardameta del Mundial esperando una oportunidad, está más que justificado. La del derbi fue solo la confirmación del mal momento que el de Móstoles demostró ya en la final de la Champions League y en el pasado Mundial.
Sin embargo, los problemas bajo los palos no esconden los numerosos errores de un equipo que hace tan solo unos meses maravillaba al mundo entero. La inseguridad en la portería se ha agravado aún más con un lamentable trabajo defensivo a nivel general. Cada balón colgado al área supone un agónico sufrimiento en una línea que en Anoeta ya demostró que es difícil hacerlo peor.
En el centro del campo los problemas son todavía mayores. Las salidas de Alonso y Di María han desmembrado una de las líneas claves en los grandes momentos de la pasada temporada. Modric no termina de encontrar su mejor forma, Kroos aún continúa acoplándose a un nuevo equipo y James Rodríguez se encuentra perdido en una posición donde se requiere demasiado trabajo defensivo para un jugador de sus características. Un puzzle que aún no se ha conseguido resolver, y del que dependerá el funcionamiento del equipo a lo largo del curso.
En cuanto a la delantera, las críticas se centran en un Benzema que atraviesa una grave sequía goleadora, protagonista de una de las jugadas que marcaron el partido del sábado al fallar un claro mano a mano ante Moyá. El francés, junto a Bale y Cristiano, y el apoyo desde el banquillo de ‘Chicharito’, debe recuperar la tradicional pegada que tantas veces sacaron las castañas del fuego en anteriores temporadas. La voracidad goleadora de la 'BBC' tiene que volver a ser la maquinaria arrolladora que vimos en la campaña pasada.
Muchos problemas por delante para Carlo Ancelotti, que deberá repetir la maniobra del pasado curso, cuando tras un inicio dubitativo recompuso al equipo hasta conseguir un doblete histórico. Esto no ha hecho más que empezar y mimbres hay para ello. Este equipo y este entrenador ya han demostrado de lo que son capaces, y de ellos dependerá dar la vuelta a una temporada que arrancaba con el sueño del ‘Sextete’ y amenaza con convertirse en una pesadilla.