¿Qué pasa con Isco?
Francisco Román Alarcón Suárez, Isco, afronta su sexta temporada como jugador del Real Madrid. En estos seis años vistiendo la elástica blanca le ha tocado vivir de todo, desde títulos individuales, hasta tocar la gloria con 4 Champions, pasando por momentos de desvanecimiento irregulares. El del Arroyo de la Miel llegó siendo un niño, con 21 años y toda una carrera por demostrar en un Real Madrid que en aquel momento comenzaba su etapa con Ancelotti al frente. El "Golden Boy", el niño prodigio de Málaga llegaba a la capital tras ganar un mundial sub-21 en el que brilló como ninguno, y pronto se hizo respetar en un vestuario que acabó por llamarle "magia". Una primera temporada en la que jugó 50 partidos a un buen nivel le sirvió para que Carletto siguiera confiando en él de cara a la siguiente campaña. Y así lo hizo, la dupla con James se antojaba insustituible y los dos comenzaron a practicar un fútbol brillante. Así fue durante buena parte de la temporada, pero Isco seguía con la misma sensación, la de tener el cariño de la gente pero nunca llegar a sentirse imprescindible en el Real Madrid. A continuación llegó Benítez, con quien nunca se entendió, y ahí llegó la intermitencia que arrastra hasta el día de hoy. Zidane, Lopetegui y Solari han sido sus otros técnicos desde entonces, con la misma conclusión; no consigue hacerse un hueco definitivo en el equipo. Aunque, bien es verdad que Isco ha formado parte del once inicial en grandes partidos, entre ellos dos finales de la Champions, siendo fundamental en las conquistas. Un jugador de un talento innato, con una clase al alcance de muy pocos y una capacidad única para ganarse el cariño de la gente al que hay que dar una segunda oportunidad. Es cierto que durante la última temporada sus desencuentros con Solari han difuminado su imagen, pero si hay un jugador en España capaz de levantar a los espectadores de sus asientos, ese es el malagueño. Las posibles llegadas de jugadores como Pogba o Van de Beek están muy bien, pero el talento está también en casa. Isco merece una oportunidad más.