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Remontar para seguir soñando

de David Sánchez Torrico

Un partido que todos esperaban como un trámite se ha convertido en una cita a vida o muerte para el Real Madrid. El 2-0 con el que el Wolfsburgo tumbó en la ida al conjunto blanco ha complicado y mucho el pase a semifinales de Champions, una competición que se había convertido en la única vía posible de éxito para los de Zidane. Aunque la distancia con el Barcelona en Liga se ha reducido hasta los cuatro puntos, el duelo ante los alemanes deber ser afrontado como una auténtica final.

El Madrid debe salir a morder a su rival desde el primer minuto si quiere remontar. En el choque de ida, el mal partido de los blancos no evitó que tuviesen varias ocasiones claras ante la meta enemiga y este martes el asedio de los de Zidane será total. Pero como ha dicho Cristiano, mantener la cabeza fría también será clave. Un gol de Wolfsburgo obligaría a hacer cuatro y podría convertir el sueño de la Undécima en una terrible pesadilla.

El martes también juega la afición. El público debe convertir el Santiago Bernabéu en una caldera que intimide a los jugadores del conjunto alemán. Los seguidores blancos, acostumbrados a las gestas históricas del club hace unos años, quieren volver a ver el espíritu de ese Real Madrid y vivir una noche de felicidad en una temporada que no está siendo nada fácil. Caer en cuartos de final de la Champions supondría el golpe definitivo.

Porque si esto sucede y es el Wolfsburgo quien se clasifica para semifinales, en el Madrid tendrán que rodar cabezas. Muchos futbolistas que no han mostrado la ambición y los valores necesarios para vestir la camiseta blanca deberán abandonar el club a final de temporada. Pero eso aún queda lejos y las cosas pueden cambiar. Los hombres de Zidane deben mostrar casta, corazón y fútbol para llevar a cabo una remontada con la que volver a conquistar al madridismo.


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