.

Rodeemos el Congreso

de Francisco José Reina

Podríamos indignarnos por la falta de leyes que pongan como norma inquebrantable un partido del Madrid, como mínimo, a la semana. O podríamos hablar, ante la negativa que supondría la petición, de las actuaciones de los jugadores del Madrid en sus respectivas selecciones. 

Hablar de los logros de Cristiano aburre. Este tío no cesa en su ánimo de batir todos los récords habidos y por haber. El último que consiguió: convertirse en el máximo goleador de la historia de la Eurocopa con 23 goles, y lo hizo con el brazalete de capitán de la Seleçao, por si fuera poco. Como James en la suya, siendo el colombiano más joven en portar el brazalete de capitán de la selección cafetera. Isco también fue capitán, pero sin brazalete. Dirigió a la selección española y dio un recital ante Bielorrusia. El mariscal, además, nos deleitó con un golazo que limpió las telarañas de la portería del Colombino provocando así las reiteradas ovaciones al grito de "Isco, Isco" del público andaluz. Público que recibió con alegría las apariciones de Morata y Callejón en el terreno de juego como atisbo de la revolución de la que demandaba España. El ex madridista tuvo que salir desde el banquillo al ser Pedro el elegido en el equipo titular, pese a que el jugador del Nápoles lleve siete goles más que el tinerfeño. 

Como hablar de los intrascendentes partidos de selecciones aburre tanto o más que los innumerables récords batidos de Cristiano Ronaldo, mejor volver a la introducción de este texto. Que no hayamos rodeado el Congreso por la falta de leyes que exijan partidos del Real Madrid cada semana no es propio de un país serio. Ahí lo dejo.


Otras noticias
PUBBLICITÀ