Simeone no es Mourinho ni el Atlético aquel Madrid
Clos Gómez la volvió a liar. El colegiado fue el gran protagonista de un derbi con poco fútbol y muchas patadas. Permitió el juego duro del Atlético y remató su gran noche con un penalti inexistente. Sergio Ramos agarra a Raúl García, sí. Pero es el rojiblanco el que lo hace primero, por lo que debió pitar falta o dejar seguir la jugada por infracción de ambos. El árbitro aragonés mató al Madrid, que deberá tirar de épica para pasar a cuartos de final.
Tanto Ancelotti como Simeone dejaron claro con sus alineaciones que la Copa del Rey es la competición menos importante para ambos. Así deberán tomársela entonces los aficionados, aunque para un madridista siempre es difícil entender tal situación. El técnico italiano deberá poner a los mejores en la vuelta para intentar remontar la eliminatoria, ya que en el Madrid lo de perder nunca está bien visto.
'El Cholo' se llevó un partido con un planteamiento ultradefensivo y paupérrimo en cuanto a su propuesta futbolística. ¿Habrá críticas al entrenador argentino? Qué preguntas, ni que se llamara Mourinho. El doble rasero de cierto sector de la prensa deportiva queda al descubierto -una vez más-. Por cierto, es de borregos comparar el juego actual del Atlético con el del Madrid de Mourinho. Aquel equipo logró ganar la Liga con récord de puntos y goles. Casi nada.
También se diferencian por los arbitrajes sufridos. Mientras que Raúl García campa a sus anchas por los campos de fútbol, el Madrid no había Clásico que no terminara con un jugador menos. Lo que hoy se llama "intensidad", antes era "violencia". Curioso, sobre todo cuando la máxima de este Atleti es la de 'patada a seguir'.
Esperemos sentados también la reprimenda pública de Del Bosque a Raúl García. Si el seleccionador nacional no dudaba en criticar ciertas acciones de los jugadores del Real Madrid, debería ahora pegar un tirón de orejas al internacional colchonero. Pero eso nunca pasará porque se ha dado licencia al navarro para que dé estopa por doquier.
Al Madrid solo le queda bajar al barro y fajarse ante los guerreros de Simeone. Bueno, eso y rezar para que los Clos Gómez de turno no hagan la gracia a Villar y Sánchez Arminio.