Tanta paz lleves como descanso dejas
Toda historia llega a su fin. Iker Casillas dice adiós de una manera que nadie habría querido pero los adioses no se eligen. Desde la etapa de Mourinho la relación de Iker con el madridismo cambió por completo, pero no únicamente por la labor del portugués como muchos venden.
Casillas ha estado muchos años a la altura del Madrid pero desde que el 2011 entró en acción vivió de las rentas pasadas sin hambre de prosperar. El no pulir tus defectos y vivir de eso innato que le llevó a la cima mató futbolísticamente a un Iker que pareció olvidar que el conformismo en el Madrid no cabe.
Gracias y mil gracias le da un amante del fútbol al que su estilo enamora lo mismo que Loles León. Nada. Gracias por su dedicación durante el 80% de tu etapa en el Real Madrid y durante el 100% vistiendo la de elástica de España, que siempre fue más especial para él que la de Chamartin. Comprensible y nada criticable por otra parte.
Aunque otros ignoren el verdadero sentimiento, la marcha de Iker apena, pero el tiempo en el fútbol es algo completamente imparable y cruel. La memoria y el pasado no hace más que incrementar las ganas de un presente ilusionante. Un presente en el que Iker chirriaba lo mismo que unos callos en Diverxo.
Oporto es una ciudad que ama el futuro y huele a pasado. Un destino perfecto para colorear las últimas páginas de un bloc de dibujo que se acaba más rápido de lo que el pintor querría. Vino espectacular que con los años incrementa su valor, justo la antítesis del navío que allí atraca, más una barcaza que podrá dejar un buen buqué a los aficionados de O Dragao. Al fin y al cabo, gracias Iker y tanta paz lleves como descanso dejas.
PD: "Añorar el pasado es correr tras el viento". Proverbio ruso.