¿TOCA ECHAR A BALE?
Que el Madrid es siempre noticia no es descubrir nada nuevo. Para lo bueno y para lo malo el club que preside Florentino Pérez copa, un día sí y otro también, las portadas de los periódicos y encabeza los titulares de la sección de deportes de informativos de televisión y programas de radio. Hoy el protagonista se llama Cristiano Ronaldo por su declaración ante el juez que investiga su presunta defraudación a hacienda y ayer lo fué Gareth Bale por su rendimiento en los partidos amistosos que ha disputado el Real Madrid por tierras americanas. Precisamente del galés me gustaría hablar en este artículo.
Nunca ha tenido buena prensa desde que llegó. Como si el dinero fuera suyo algunos medios y algunos gurús de la comunicación cargaron contra el jugador porque su precio de compra no se adecuaba a las virtudes exigibles a un hombre que costaba noventa millones de euros. A pesar de ser protagonista en finales trascendentes del Real Madrid, Copa del Rey ante el Barca y finalísima de Champions en Lisboa, a Bale se le ha juzgado más por sus ausencias que por sus presencias. Se habla poco de sus buenas actuaciones, en el primer trimestre de la pasada temporada fue el que mantuvo a la BBC a flote, y se remarca sin embargo lo bien que juega el Real Madrid cuando el británico no está sobre el terreno de juego.
Injusta valoración porque con él en el campo ahora con Zidane y antes con Ancelotti, el Madrid ha hecho partidos realmente extraordinarios. Llegados hasta aquí y aprovechando que en los tres partidos disputados de pretemporada ni el Madrid ni Bale han estado a la altura de lo esperado, las voces criticas vuelven a incidir en un discurso que, desgraciadamente para el jugador, ha empezado a calar una parte de la afición madridista. De la BBC sobra uno y al que le ha tocado la china es a Gareth Bale. Será el culebrón del verano en el Madrid como en el Barca ha sido Neymar. la diferencia es que mientras uno, el todavía azulgrana, está loco por marcharse al olor de la pasta que a él y a su padre le da el PSG, el otro sigue pensando que todavía le quedan muchas tardes de gloria en el equipo de sus amores.