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Un Madrid terrenal

de Javier Barrio

El Real Madrid consiguió ante el Liverpool una nueva victoria en su espectacular trayectoria. Sin alardes y jugando con el amplio margen que le concedía la clasificación del grupo, el equipo de Ancelotti selló el pase a octavos de final. No mostró el Real Madrid su cara demoledora de semanas pasadas, pero tampoco lo necesitó.

El objetivo está cumplido con creces. El campeón se ha paseado en esta primera fase de la competición y ya puede poner todos sus esfuerzos en mantener el recién conseguido liderato de la Liga y en ese Mundialito de Clubes que ya asoma a la vuelta de la esquina.

Una noche plácida que venía marcada por el regreso de Gareth Bale, algo que Ancelotti solucionó de manera inteligente. Isco no fue el damnificado por el retorno del galés, como la gran mayoría vaticinaba, sino que el ‘11’ entró en el tramo final por un James que lo había jugado todo en la última semana y que además había sido amonestado previamente.

Además de eso, Varane volvió a demostrar que la plantilla tiene fondo de armario en la retaguardia, mostrándose muy seguro en todas sus intervenciones y erigiéndose como el mejor de los madridistas. Otra buena noticia para un equipo que aún no ha tocado techo y que ya está un paso más cerca de Berlín.


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