Un Real Madrid mandón
Uno se ruboriza al hablar de la exhibición blanca en el Santiago Bernabéu ante el eterno rival. Recuerdo el marcador por su alguno se despistó: 3-1. Pero lo importante no fue solo eso, sino la forma de producirse. Un centro del campo lleno de malabaristas (Kroos, Modric, Isco y James) le comieron la tostada a los dueños de la posesión.
El Real Madrid quiso el balón, se asoció y llegó a la portería rival en dos modalidades: a la contra y con juego elaborado. Lástima que esto último lo olvidase Xavi Hernández en sus comentarios postpartido. Bueno para el Real Madrid que la autocrítica culé no reconozca la mayor efectividad y paciencia con el balón en el Bernabéu. Ya no es que Xavi no lea los partidos en el campo con la sobriedad de hace años, es que ni siquiera se da cuenta a toro pasado de lo que sucede en él.
Y mientras el Real Madrid crece con un equipo lleno de jugadores de toque, clase y esfuerzo. James e Isco han entendido que es tan importante correr hacia la portería rival como la propia. Kroos, ese jugador elegante que no iba a poder sostener al equipo, no solo lo sostiene sino que también dirige con gran calidad. Y Modric, ¡oh Luka!, no falló ni un solo pase en todo el Clásico. Acabó muerto y fue sustituido por Ancelotti. Lo que se pide a cualquier jugador del Madrid es calidad y esfuerzo.
Por cierto, me alegro que Iker Casillas este volviendo a ser decisivo. Muchos tienen sus filias y fobias pero por encima de todo está el Real Madrid y su portero, sea quien sea. La parada a Messi fue fantástica pero me quedo con la celebración del tercer tanto.