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Una cesión de la que nos arrepentiremos

de Miguel Ángel Burgos Martín
Endrick, Real Madrid

Pues ya es oficial: el Real Madrid ha dejado salir a Endrick. Después de muchos meses en los que apenas ha contado para Xabi Alonso, el brasileño se ha cansado de esperar y ha decidido marcharse rumbo al Olympique de Lyon, en la Ligue 1. El conjunto blanco no entendía la gestión del tolosarra con el carioca, por lo que finalmente accedió a darle salida. Ya no hay vuelta atrás y, en principio, serán seis meses en los que el astro brasileño no sumará para en Chamartín, sino que lo hará para el equipo francés.

INCOMPRENSIBLE

El Real Madrid ha cedido a una de sus grandes apuesta de futuro, de casi 72 millones de euros, por uno de los jóvenes más talentosos de los últimos años en Brasil. Resulta llamativo que el club haya decidido dejarle salir después de que la temporada pasada, con muy pocos minutos, firmara un buen año y fuera importante en la Copa del Rey. Xabi Alonso no contaba con él, priorizó a Gonzalo y le dio incluso más minutos a un Rodrygo que no parecía estar en buena forma, antes que a un Endrick, que llegó el primero a Valdebebas hasta el último de trabajo en Madrid.

Ojalá tengamos que arrepentirnos mucho de esta cesión. Eso significará que Endrick está brillando en el conjunto francés. Pero la realidad es que, si lo analizamos fríamente, no tiene ningún sentido que el Real Madrid se haya desprendido de este baluarte: un jugador que la rompió en Brasil con solo 16 años, que despertó el interés de todos los grandes clubes europeos y que, aun así, eligió al Real Madrid por encima de todos ellos. Quiere ir al Mundial y está en todo su derecho de intentarlo, pero está claro que no me parece una decisión acertada. Y lógicamente, la culpa no es del jugador, sino de quien no confió lo suficiente en él.