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Vestirse en Halloween de jugador del Barça

de Francisco José Reina
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Nunca me gustaron las festividades americanas que desfiguran costumbres enraizadas en nuestro país, como el caso particular de Halloween y la tradicional "chaquetía" extremeña. Pero ya que estamos aprovecharé el día disfrazándome de jugador del F.C Barcelona. Sin la necesidad de interrumpir ruedas de prensa ni cachondearme de mi rival tras derrotarle en casa, sólo a través de este artículo. Dudo entre qué jugador elegir para el disfraz. Si elijo ponerme la careta de Piqué tendría que ir escupiendo a las personas que me ayudan a ser mejor profesional y contratar a un psicólogo para que me ayudase a superar complejos de inferioridad y segundismos latentes. Además, tendría que re-matricularme en la escuela para paliar los impulsos que me llevarían a insultar a todo aquel que se disfrazara de árbitro o de guardia urbano en dicha conmemoración.

Mejor cambiamos la opción. Puedo disfrazarme de Mascherano, aunque tendría que acudir al juzgado para reconocer que he defraudado más de 1´5 millones de euros a Hacienda por ocultar mis ingresos por derechos de imagen entre los años 2011 y 2012. Tampoco me gustaría ir mencionando las conchas de las hermanas de los que salgan a festejar Halloween. No, decidido: ni Piqué ni Mascherano. Evidentemente hacerme pasar por Messi ni lo contemplo como opción. Ya no sólo tendría que delinquir fiscalmente, ni hacer que un amigo se disfrace de Xavi para sacarme de los bares un pelín perjudicado ni vomitar en cuanto diera un par de carreritas, sino que tendría que buscarme trajes variopintos para representarle lo mejor posible, dar pelotazos a graderíos y visitar a mi hermano en comisaría por tenencia ilegal de armas. Vamos, que no. Al igual que pasaría si me disfrazase de Adriano, estaría más tiempo defraudando que disfrutando el día.

Estoy pensando vestirme de Neymar. Lo del peinado y la vestimenta puedo aceptarlo, pero tendría que salir acompañado de mi padre, de la empresa DIS y N&N, del Santos… y compartir con ellos múltiples porcentajes dependiendo de lo que haga al salir. Y la Audiencia Nacional destacaría de mí, en vez de mis atuendos y mi disfraz, los "visos de perpetración criminal" a raíz de mi fichaje. Oye, que no. Pensándolo mejor, y como he dicho al principio, trataré de no sucumbir a la inmersión sociocultural americana y huiré al campo, con un saco de castañas e higos bajo la sombra de una encina y el calor de una buena lumbre, sin disfraz alguno y sin meterme en líos, que, puestos a comparar, parece la mejor opción.


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