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Volvamos atrás por un momento

de Andrés Espuelas

Ha pasado ya más de una semana desde que el Real Madrid de Baloncesto se hizo campeón de la Copa del Rey pero no todos nos hemos olvidado de ello. 

Algunas veces tengo la sensación que nos gusta olvidar muy rápido lo bueno y que no disfrutamos del momento, de las alegrías que nos da este grandísimo club en sus dos secciones: baloncesto y fútbol. Además, también parece que alzarse con el trofeo copero es cosa fácil pero no, no lo es.

Este formato agónico de la Copa de Rey de baloncesto hace que el esfuerzo sea máximo y constante durante tres partidos. Tres encuentros que son ante tres de los ocho mejores equipos del momento de la Liga Endesa, algo que no es fácil. Uno de estos encuentros, por cierto, ante el FC Barcelona al que se ganó con un último minuto para quitarse el sombrero.

¿Cómo sería la situación madridista si se hubiera perdido esta final ante el máximo rival y en una temporada en la que está costando trabajo dar con la tecla?; ¿estaría Pablo Laso en el banquillo madridista con la presión que lleva aguantando?; ¿sería un punto de inflexión negativo para la temporada madridista y positivo para la barcelonista?

Estas son algunas de las preguntas que el madridismo debería hacerse. Ya sé que el conjunto blanco tiene siempre la obligación de ganar. Sin embargo, un poco de reflexión nunca viene mal para disfrutar más de las cosas. Sobre todo, si pensamos en lo que era esta sección, la de baloncesto, hace cinco años.

Valoremos lo que está haciendo este equipo y, en concreto, este entrenador en el club. Ganar e ilusionar a un Palacio que vibra cuando Rudy, Sergio, Felipe y compañía se sueltan.


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