¿Y el Madrid qué? ¿Otra vez campeón de Europa?
Retumba una y otra vez una frase al unísono entre los ambientes antimadridistas. Una serie de palabras que parecían olvidadas cuando Pedja y el Madrid conquistaron Amsterdam primero y Europa después. Una frase que volvió a florecer para que 'El Chico de Camas' se encargara de volver a enterrar como sepultó la ilusión de los 'Apaches capitalinos'. Tal dicho vuelve a sonar por culpa del varapalo en el Clásico pero ¿se cumplirá?
Generalmente, guste o no a los detractores, las veces que el Real Madrid se ha alzado con la ansiada 'Orejona' en las últimas décadas ha habido un factor determinante e intangible a la par que común. El juego del conjunto blanco era más de prosa que de poesía. Carecía de la mejor entonación y, normalmente, servía de cierre de telón perfecto para una obra que no comenzaba con el mejor pie posible.
Es innegable que el Real Madrid ha comenzado la temporada de forma convulsa en todos los aspectos. La plantilla no está cómoda con nada. El entrenador, madridista de toda la vida, no da con la tecla ni sintoniza con el grupo. El presidente sabe que está en un momento delicado y que su proyecto deportivo se tambalea. En definitiva, todo el club está en el punto de mira y que mejor terreno para abonar un éxito inesperado a estas alturas.
Si hay algo que puede apaciguar a las 'bestias' insaciables que frecuentan los vomitorios blancos es la Champions. Desde cada rincón del feudo blanco se es consciente de esto y el remar cual Oxford o Cambridge es una obligación. No está en juego, únicamente, la cabeza de Benítez. Plantilla y esfera superior saben que su nombre también está en el candelero.
El terreno está listo para abonar y es labor de todos que esta temporada aciaga en su comienzo acabe de la mejor manera imaginable para un Real Madrid y para una afición que quieren dejar de oir ese: "¿Y el Madrid qué, otra vez campeón de Europa?".
PD: "No confundas la paciencia, coraje de la virtud, con la estúpida indolencia del que se da por vencido". Mariano Aguiló.