Zidane, la medicina del Real Madrid
Rafa Benítez está sentenciado. La situación es límite, ya da igual lo que pase. No hay futuro. Enfrentado con la mayoría de los jugadores y casi sin apoyos en el club blanco, su etapa en el Real Madrid ha terminado. En el último mes se intentó poner un parche en la herida hasta final de temporada, pero no ha resultado. Cuanto antes se ponga a fin a esta breve y convulsa etapa, mejor.
Zidane representa al madridismo. Un hombre querido, un icono para la afición y una leyenda del fútbol. Su momento ha llegado. Tras una temporada con altibajos en el Castilla, esta campaña tiene al filial blanco en segunda posición del Grupo II de Segunda B. Ha quemado las etapas necesarias y es la solución para ilusionar de nuevo a los madridistas. El francés es el único capaz de reconducir un barco que va a la deriva.
Sin Copa, con la Liga complicada tras el último pinchazo ante el Villarreal y con los octavos de Champions League a dos meses vista, es el momento de un cambio. Es la hora de una revolución. Benítez no puede comerse el turrón en el Santiago Bernabéu. Es un técnico deshauciado y el Madrid un equipo deprimido. Zidane es la medicina.