No todo puede depender de Vinicius
El Real Madrid lleva dos años, por no decir tres, casi dependiendo del mismo jugador: Vinicius Jr. Es cierto que, gracias a ello, se ha demostrado por fin que es el mejor jugador del mundo, pero no puede ni debe ser el único por el que se base el sistema de Carlo Ancelotti. El italiano, tan cerrado como es él, parece que define el juego de los blancos por cómo se encuentre el brasileño sobre el terreno de juego. Y ahí le doy un punto, porque fue el primero que le dio por completo las llaves del equipo, al igual que lo hizo con Jude Bellingham la temporada pasada. Ahora, en esta campaña, parece que todo lo que se construyó la campaña anterior se ha esfumado, y hemos vuelto a lo mismo de antes, un equipo sin trabajar y un once casi perdido del todo.
El inglés solo se cabrea partido sí y partido también, mientras que Vinicius continúa intentándolo una y otra vez, hasta que se cansa y dejan de salirle las cosas, porque hay que recordar que son humanos. A Cristiano Ronaldo también le pasaba, cómo no le va a pasar al brasileño. Bellingham y Federico Valverde son los apagafuegos del equipo, y justo son los que más carácter y enfado le ponen cada encuentro. Aquí emerge la figura de Kylian Mbappé, mientras que yo sigo sin saber las razones de su fichaje, más allá de desbalancear una plantilla que solo necesitaba un par de retoques. Al francés hay que pedirle más, y es que es una de las estrellas del equipo, y todavía no ha explotado como se supone que iba a hacerlo.
Vinicius no puede hacer todo solo, y Mbappé tiene que acompañarle más. Carlo tiene trabajo, pero la vena más Ancelotti que nunca parece que le impide encontrar soluciones. Hay que arriesgarse, y más siendo su última temporada. Todo está en sus manos... aunque falta que quiera, pese a que nunca lo haya querido.
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