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El hijo de Laporta queda libertad sin cargos tras ser detenido antes del clásico

de Daniel Cayetano
Joan Laporta, Barcelona

En los prolegómenos del clásico entre el Real Madrid y el FC Barcelona, Guillem Laporta fue detenido por la policía en un restaurante de la capital española. Según la versión de El Español, citando a fuentes de la Jefatura Superior de la Policía Nacional, el hijo de Joan Laporta, presuntamente, zarandeó y amenazó a su pareja delante del resto de comensales presentes en el establecimiento del número 16 de la calle Miguel Ángel, situada a pocas paradas de metro del estadio Santiago Bernabéu, en torno a las 15:00 horas.

GUILLEM LAPORTA, EN LIBERTAD Y SIN CARGOS

Los escoltas de una ministra del Gobierno que se encontraban en una de las mesas cercanas fueron quienes se encargaron de llamar a la policía. Y cuando llegaron los agentes, Guillem, que se encontraba en una actitud muy agresiva, se resistió a ser detenido y la unidad de Seguridad Ciudadana que arrestó al joven requirieron la presencia del SAMUR para poder administrarle un calmante. Finalmente, el hijo del presidente del Barça fue detenido; pero según informa La Vanguardia, citando también fuentes policiales, Guillem Laporta ha sido puesto en libertad sin cargos.

EL INCIDENTE DE JOAN LAPORTA EN EL BERNABÉU

Por su parte, el propio Joan Laporta también protagonizó un incidente durante el clásico en el Santiago Bernabéu. Y es que, el presidente del Barcelona bajó a los vestuarios de los árbitros a pedir explicaciones por el penalti señalado a favor del Real Madrid por un pisotón de Eric García sobre Rodrygo.

Pese a que las imágenes dejan pocas dudas, Laporta bajó a protestar y el colegiado así lo reflejó en el acta: "Una vez finalizado el partido y encontrándonos el equipo arbitral dentro del vestuario, accede a él el presidente del FC Barcelona D. Joan Laporta Estruch solicitando explicaciones de forma reiterada sobre algunas situaciones del partido. Ante estos acontecimientos, fue invitado a abandonar el vestuario arbitral". Otra estratagema de Laporta para desviar la atención y que no se hable de la crisis que atraviesa el Barça, con pie y medio fuera de Champions League y segundos en Liga.


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